El Trastorno Depresivo Mayor (TDM), también conocido como depresión clínica o depresión mayor, es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por una combinación persistente de síntomas emocionales, cognitivos y físicos que interfieren significativamente con la capacidad de una persona para realizar actividades cotidianas, trabajar, estudiar o disfrutar de la vida.
Criterios diagnósticos
Para ser diagnosticado con TDM, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), una persona debe presentar al menos cinco de los siguientes síntomas durante un período de al menos dos semanas, y al menos uno de ellos debe ser:
- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días.
- Pérdida de interés o placer en la mayoría de las actividades (anhedonia).
Otros posibles síntomas incluyen:
- Cambios significativos en el peso o el apetito (aumento o disminución sin una causa clara).
- Insomnio o hipersomnia.
- Agitación o enlentecimiento psicomotor observable por los demás.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva o inapropiada.
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
- Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida, o intentos de suicidio.
Estos síntomas deben causar malestar clínico significativo o deterioro en las áreas sociales, laborales u otras áreas importantes de funcionamiento. Además, no deben ser atribuibles a los efectos de una sustancia o una condición médica.
Características principales
- Estado de ánimo depresivo: Puede incluir tristeza persistente, desesperanza, o una sensación de vacío emocional. Muchas personas también experimentan irritabilidad.
- Pérdida de interés o placer (anhedonia): Se caracteriza por la incapacidad para disfrutar de actividades que anteriormente eran placenteras.
- Síntomas físicos: Cambios en el sueño, el apetito o el nivel de energía son comunes, y en algunos casos, las personas experimentan dolores físicos sin explicación médica.
- Alteraciones cognitivas: Dificultad para concentrarse, tomar decisiones o recordar detalles.
- Impacto funcional: Las personas con TDM suelen tener problemas para realizar tareas básicas y mantener relaciones sociales o laborales.
Causas
El TDM es un trastorno multifactorial que puede desarrollarse por una combinación de factores:
- Factores biológicos:
- Desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina.
- Alteraciones en la función del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA), que regula la respuesta al estrés.
- Predisposición genética.
- Factores psicológicos:
- Experiencias traumáticas o eventos estresantes.
- Patrones de pensamiento negativos o disfuncionales.
- Factores sociales:
- Falta de apoyo social.
- Factores socioeconómicos.
- Factores médicos:
- Enfermedades crónicas como el cáncer o la diabetes.
- Uso de ciertos medicamentos.
Diagnóstico diferencial
Es importante distinguir el TDM de otros trastornos que pueden presentar síntomas similares, como el trastorno bipolar (en su fase depresiva), la distimia (trastorno depresivo persistente) o trastornos de ansiedad. También debe descartarse que los síntomas sean consecuencia de una condición médica subyacente o del uso de sustancias.
Tratamiento
El tratamiento del TDM suele ser multidisciplinario e incluye las siguientes estrategias:
- Psicoterapia:
- La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las más efectivas para modificar patrones de pensamiento negativos.
- Otras opciones incluyen la terapia interpersonal y la terapia psicodinámica.
- Farmacoterapia:
- Antidepresivos: Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como la fluoxetina o la sertralina son comunes.
- Otros incluyen los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN) o antidepresivos tricíclicos.
- Cambios en el estilo de vida:
- Ejercicio regular, dieta equilibrada y una buena higiene del sueño.
- Técnicas de manejo del estrés como la meditación o el yoga.
- Terapias adicionales:
- En casos graves o resistentes al tratamiento, se puede considerar la terapia electroconvulsiva (TEC) o estimulación magnética transcraneal.
Pronóstico
Con tratamiento adecuado, muchas personas logran una remisión completa de los síntomas y recuperan su funcionalidad. Sin embargo, el trastorno puede ser crónico o recurrente, especialmente si no se trata.
Es fundamental buscar ayuda profesional si se experimentan síntomas de depresión, ya que el TDM es una condición tratable y el apoyo temprano mejora significativamente los resultados.