Una enfermedad profesional es aquella que surge como consecuencia directa de la exposición a factores de riesgo presentes en el entorno de trabajo. Estos factores pueden incluir sustancias químicas, agentes biológicos, condiciones ergonómicas inadecuadas, radiaciones, ruidos intensos, vibraciones, entre otros.
Para que una patología sea considerada enfermedad profesional, debe haber un diagnóstico médico y un nexo causal, es decir, una relación directa entre las condiciones laborales y el daño sufrido por el trabajador. En los casos en los que la baja se extiende por un largo período, puede ser posible considerar la situación como una incapacidad permanente.